Cómo será el cónclave para elegir al próximo Papa
Se trata de una reunión con 133 cardenales menores de 80 años que representan a 66 países y fueron designados por Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
Luego de la muerte del Papa Francisco a sus 88 años, la Iglesia quedó en «sede de vacante». Durante este período, los 133 cardenales menores de 80 años integran el colegio de electores que se reunirán en el Vaticano para elegir al sucesor de Jorge Bergoglio.
Estos representan a 66 países con candidatos de Europa, principalmente, Asia, África, América y Oceanía. Con 16 cardenales electores, Italia emerge como el país con más cantidad, seguido por Estados Unidos (11) y España (6).
El cónclave implica un ritual que comienza con establecer al nuevo dueño provisorio de la Santa Sede. En este caso, el encargado es el estadounidense Kevin Farrel.
Posteriormente, los cardenales seleccionan una fecha del cónclave, el cuál se celebrará antes del vigésimo día de la proclamación de la «sede vacante». Con el fin de evitar interferencias y que no se alargue la elección, los cardenales se encierran en la Capilla Sixtina para elegir al próximo Papa.
Un punto importante para aclarar es que el voto es secreto y es absolutamente necesario que el candidato más elegido cuente con dos tercios de los votos.
Durante el primer día de encierro se realiza una única votación. En caso de que esta fracase, que no se obtengan por lo menos dos tercios de los votos, se realizarán en los siguientes días dos por la mañana y dos por la tarde.
El ‘scrutinium’ final lo harán tres cardenales sumado a otros tres que serán los encargados de revisarlo. Uno de los momentos claves de todo este proceso es el color del humo que sale por la chimenea de la Capilla Sixtina producto de la quema de los votos. Si es negro significa que no se llegó a un acuerdo, mientras que si es blanco implica que se alcanzaron los dos tercios.
Por último, en el caso de llegar a un acuerdo, el cardenal elegido deberá aceptar, o no, ser el Sumo Pontífice. En el caso de acceder, deberá elegir el nombre con el que quiere ser reconocido y, posteriormente, impartirá su primera bendición ‘Urbi et orbi’.
Crédito: EFE