De Uruguay a Brasil: Las pirañas en el ojo de la tormenta
Durante los primeros meses del año pasado, se comenzaron a reportar la aparición de pirañas en el río Jacuí, al sur de Brasil.
Por lo general la aparición de especies animales en una zona en la que no suele haber ejemplares, es un augurio de malas noticias. El equilibrio que suele haber en la naturaleza puede verse afectado por este tipo de situaciones y, si no se toman medidas, las consecuencias pueden ser catastróficas. Ya sea por transformarse en depredadores de animales nativos o, por otras cuestiones como la competencia por un mismo alimento.
Este es el caso de las pirañas. En el sur de Brasil, específicamente en el río Jacuí, se encontró una especie que habitualmente vive en el río Uruguay. Su distribución original incluye todo lo que es la cuenta del río Uruguay, es decir, además del ya mencionado río, abarca el Paraná, Paraguay y sus afluentes.
Como suele pasar en estas ocasiones, el principal responsable es el ser humano. De forma adrede (añadiendo pirañas en Brasil) o accidental (consecuencia del manejo de tierra y agua para agricultura), lo cierto es que siempre el hombre es el principal apuntado.
«Estás permitiendo que se meta un depredador que antes no estaba», aseguró el biólogo Marcelo Loureiro, del Departamento de Ecología y Evolución de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República. De este modo, muchas especies autóctonas sufrirán, ya sea porque se les agrega un depredador o un competidor más.
Además, esto impactará en la pesca y en el turismo; por la destrucción de redes o por la preocupación que genera la aparición de estos animales.
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